Periódico Hoy
Uno de los componentes fundamentales, propios de la
naturaleza de la universidad, es la investigación. Unibe lo ha tomado muy en
serio en este ámbito y ha puesto toda su atención en la investigación y en la
docencia, tanto para la formación de sus estudiantes como también para aportar
a la sociedad con sus estudios y hallazgos, a través del Decanato de
investigación y de otras instancias creadas para fortalecer la misma como es el Instituto de Medicina Tropical y Salud Global (IMTSAG)
El intelectual dominicano José Silié Ruiz ha escrito un artículo en este ámbito el sábado 24 de febrero que merece ser publicado en este blog. Veamos el artículo.
El intelectual dominicano José Silié Ruiz ha escrito un artículo en este ámbito el sábado 24 de febrero que merece ser publicado en este blog. Veamos el artículo.
La Universidad Iberoamericana
(UNIBE) celebró la pasada semana la 1era. Jornada Aniversario
del Instituto de
Medicina Tropical y Salud Global (IMTSAG). Esta institución científica de la
universidad busca promover a los futuros líderes, practicantes, educadores e
investigadores en Salud Pública y Salud Global de la educación más relevante y
de más alta calidad en las áreas de mejores prácticas en salud global,
investigación en las ciencias básicas e investigación clínica. A su
inauguración en el Hospital de la Diabetes, hace ya un año y a esta jornada,
asistimos en representación de la Academia de Ciencias de la República
Dominicana.
Las palabras de bienvenida a los presentes fueron expresadas por el señor
rector de la institución,el gran amigo Dr. Julio Amado Castaños Guzmán, en sus
palabras refiriéndose a mí muy gentilmente me definió como: “un distinguido
profesor y un eminente hombre de ciencia”, ellos todos en la familia Castaños
Guzmán, se caracterizan por una gran inteligencia y un trato refinado.
El Dr. Robert Paulino, quien dirige el organismo de investigación, nos dio un
resumen de las actividades desarrolladas por el IMTSAG, una sorprendente
actividad científica del más alto nivel con: investigaciones, publicaciones en
revistas científicas de gran prestigio, participaciones con ponencias en
congresos internacionales, asesorías, etc. Es decir, que la institución debe
ser considerada una honra para el país.
La perspicaz Dra. Aida Mencía Ripley presentó al expositor de esa mañana, el
Dr. Pedro M. Alarcón Ebal, entomólogo español, quien nos brindó una excepcional
disertación sobre el dengue. En la oportunidad, el muy didáctico expositor dio
inicio a su conferencia con un pensamiento de Yuval Noah: “El mayor
descubrimiento científico fue el descubrimiento de la ignorancia. Una vez que
los humanos se dieron cuenta de lo poco que sabían sobre el mundo, de repente
tuvieron una muy buena razón para buscar nuevos conocimientos, lo que abrió el
camino científico hacia el progreso”. De acuerdo a sus juicios los dominicanos
somos unos “expertos” en Dengue, sabemos que se transmite por el mosquito Aedes
Egiptus, conocemos los daños importantes a la salud, que se acompaña de
mortalidad; que se reproduce en las aguas retenidas, sin embargo al margen de
lo anterior, dejamos botellas, gomas viejas, envases en el patio, en los
callejones, en jardines, en los floreros etc., para que ese mosquito se
reproduzca. Enfatizó que es necesario continuar con la educación popular, que
es como un árbol, se siembra la semilla y luego se divide en frondosas ramas.
Mencionó a Carlos J. Finlay, médico cubano que el 18 de febrero del 1881
presentó su más grande y original aporte a la medicina del siglo XIX: la
revolucionaria teoría científica del contagio de las enfermedades a través de
un ente intermedio, así como el postulado más valioso expuesto hasta ese
momento para la prevención y profilaxis de muchos padecimientos epidémicos y
contagiosos, la supresión del vector transmisor de la enfermedad. En este caso,
el mosquito es el transmisor. En honor a él se celebra el 3 de diciembre el Día
de la Medicina Latinoamericana.
Enfatizó el didáctico expositor que para la erradicación de cualquier tipo de
enfermedad o epidemia transmitida por un vector, que en el Dengue es el
mosquito Aedes quien lo transmite, se hace necesaria la participación
comunitaria. Este no es más que el proceso por el cual los habitantes de las
comunidades individual y/o colectivamente asumen responsabilidades para
identificar necesidades, perfilar potenciales soluciones y planificar las
estrategias ante un problema. Esto no solo garantiza la sostenibilidad de los
logros en términos de prevención, sino que, desde una perspectiva económica,
posibilita el ahorro de recursos institucionales o gubernamentales. El
distinguido investigador terminó su interesante plática, con seis preguntas
sobre el manejo de las epidemias del dengue: ¿Qué pasaría con las enfermedades
por arbovirus? 1- si planteamos el problema como un asunto de Estado, 2- si
proveemos la capacitación de personal interdisciplinar, 3- si conferimos mayor importancia
a la medicina preventiva, 4 – si incorporamos activamente estas temáticas al
currículo escolar, 5- si revitalizamos las investigaciones biomédicas en el
país y 6- si acercamos la ciencia a la sociedad de un modo más eficiente. Soy
de opinión que, si cumplimos con todos estos cuestionamientos, la salud del
pueblo dominicano fuera mucho mejor. Haga usted un ejercicio simple, al
terminar esta lectura sabatina, revise si en su entorno hay agua estancada sea
limpia o sucia, si usted ve unas larvitas en movimiento, ¡peligro!