Reviviendo la infancia
Por María Gabriela Maragoto
En mis vacaciones de invierno de 2014 hice un viaje a Florida,
donde pasé las fiestas y un buen rato con la familia. Todo empezó el 22
de diciembre. Con mis padres, tíos, primos y hermana nos dirigíamos a
Miami en avión, en el que pasé el vuelo entero leyendo. El tiempo pasó
volando, literalmente. Llegamos a MIA, el Aeropuerto Internacional de
Miami, en tan sólo 2 horas. Pedimos un taxi y nos dejó en casa de mi tía.
Allí nos reunimos con mis abuelos. Nos
sentamos a cenar un delicioso arroz frito que mi abuela había preparado con
mucho amor para sus nietas, ya que es nuestra comida favorita. Más tarde
contamos historias sobre nuestro viaje, el avión y las obras de Navidad.
Luego fuimos a la habitación, desempacamos y nos acostamos a dormir después de
un largo día.
La mañana siguiente desayunamos fruta picadita y
tostadas con mantequilla de maní acompañadas de un vaso de jugo de naranja.
Al terminar ese delicioso y nutritivo desayuno nos terminamos de arreglar para
recibir las visitas que vinieron a vernos. Hacía ya mucho tiempo que no
nos veíamos, así que nos pusimos al día. Cuando nos dimos cuenta ya era
de noche. Cenamos, o más bien, almorzamos tarde y nos fuimos a dormir.
Al despertar el 24 de diciembre, que fue como al
medio día, tuvimos que empezar a arreglarnos para la cena de noche buena.
Fuimos a celebrar a una finca, así que me puse pantalones de cintura alta negros,
un top gris y botas negras. Como hacía frío de noche, me llevé un
abrigo. La cena estaba deliciosa. Cerdo asado en la caja china,
ensalada de lechuga y tomate, y yuca con mojo. De postre había una gran
variedad de turrones, mazapanes, barras de chocolate y fresas cubiertas con
chocolate.
A las 2:00 am del día de Navidad abrimos los
regalos. Yo personalmente recibí todo lo que quería y me siento muy
agradecida por eso. Después de dormir hasta casi el medio día no hicimos
casi nada, excepto las maletas para los siguientes cinco días.
El 26 de diciembre nos levantamos muy temprano para
ir al aeropuerto a coger el autobús que nos iba a dejar en Disney World.
El viaje duró 4 horas y pasaron muy rápido porque fui leyendo en el camino.
Al llegar al hotel dejamos las maletas y nos dirigimos al primer parque, Epcot.
En los días siguientes visitamos Magic Kingdom,
Hollywood Studios, Animal Kingdom y Downtown Disney. Éste fue mi primer
viaje a Disney y fue muy emocionante y me sentí nostálgica por mi
infancia. Regresamos a medianoche el día 30.
En año nuevo fuimos a una fiesta familiar con música,
comida, bebidas y una cabina de fotos. A las doce brindamos con
champagne, comimos las doce uvas y nos felicitamos por el nuevo año.
El cinco de enero regresamos a Santo Domingo después de un
excelente viaje lleno de experiencias maravillosas. Sé que jamás olvidaré
esta increíble experiencia.
Un relato precioso, Gabriela. Una experiencia que despierta envidia sana. Que puedas repetirla muuuuuchas veces con tu familia.
ResponderBorrarEres una escritora, sigue narrando porque lo haces muy bien.