Yo, Elena Conde
Nacida en una isla pequeña
18 años atrás, un verano del 2003
Cuando el sol abría los ojos.
Soy de agua
Dulce
Serena
Azul
Un árbol de caoba con ramas fuertes
A pesar de las lluvias que lloran
Los ciclones aguerridos, las nevadas frías
Marea
Mar rojo lleno de furia.
Una lava ardiente, naranja
El fuego brillante pasional romántico como la noche
Un tiempo que da vueltas y vueltas al ayer
Ave libre que cada lugar donde va
Se acostumbra a los diferentes colores y tonos
Un perro leal de corazón noble
Que nunca traicionaría y buscaría la luz dentro de ti
Leona feroz, agresiva, sagaz que defiende su
territorio
Soy una flor
Y como Verne, sé que el alma de las flores es su aroma
Mariposa con alas grande
que vuela lejos si se lo propone.
Elena Conde
Descendiente de árabes, nagüeros, franceses,
españoles, africanos y haitianos
Una naranja que cambia de sabor
Dulce y amarga, ácida y dulce
Una flor, rosa con espinas
Fiera que no se acobarda
Luciérnaga que ilumina la oscuridad
Quien no mira un libro por su portada
Camino lleno de acertijos, enigmas
Un cerebro andante, parlanchín, curioso
Lapicero multiuso desde escribir hasta caminar en el
agua
¿Quién soy?
Te respondí la pregunta
Hace muchos versos y siglos atrás
Aún me quedan escaleras por subir en esta vida
Sin embargo, soy bella como el amanecer y un milagro
Milagro que seguirá creciendo bendecida por Dios
Ya lo sabes
Soy y siempre seré:
Elena Conde.
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