Gotitas de sabiduría
Por Angelle Isern
Valentía es tener coraje para hacer algo. Tener coraje y poder
controlarse es bastante difícil. Muchos desean controlar o mantener a sus
enemigos distantes pero es más duro controlar al propio cuerpo y mente. ¿Por
qué? Porque no es fácil tener dominio propio y auto gestionar las emociones y
pensamientos. Además los enemigos de por sí normalmente están distantes pero
nuestro ser está constantemente bombardeándonos con ideas.
Sabio es aquel que no
busca conocerse a sí mismo a través de lo que piensen los demás sino que busca
conocerse oyendo sus propios dichos y viendo su accionar. Sabio es
quién teme a Dios y acciona de una forma inteligente y eficaz. Sabiduría es más
allá que la inteligencia per se, conlleva tener emocionalmente una estabilidad
tal que se sepan manejar el día a día de una manera llevadera.
Por otro lado, ser feliz
también conlleva conocerse. Conocerse a sí mismo es difícil pero factible. La
felicidad es querer lo que ya tenemos, añorarlo sin llegar a la avaricia y
conocer nuestras debilidades.
La felicidad y la
sabiduría están entrelazadas. Las dos conllevan a conocerse uno mismo. El que
es sabio muchas veces es feliz aunque puede estar triste si viese la realidad
del mundo. Por otro lado, los felices tienden a ser sabios a nivel social y
emocional. En fin, para ser sabios debemos tratar de ser felices y para ser
felices debemos ser sabios.
Parte de esa felicidad
viene si nos fijáramos en lo que parece cotidiano, las montañas, el cielo, la
mar… pudiéramos disfrutar más la vida. Además no estaríamos tristes sino que
daríamos gracias por tan Hermosa naturaleza. A veces pensamos que no tiene
sentido detenernos de la rutina y admirar la Creación, pero no debería ser así.
Somos parte de ella y deberíamos deleitarnos en ella. No sé si me pasa, pero a
mí el contacto con la naturaleza me da paz. Entonces ¿por qué no pasamos más
tiempo en ella? ¿Por
qué no hacer versos con ella?
Crezco cuando me valoro
valoro la vida y sus días
porque el tiempo es oro
y valorar es la única vía.
Crezco como las flores
las flores del campo
que crecen hasta que marchitan
y a nada malo hacen caso.
Crezco como los pájaros
pájaros que van cantando
cantando en los meses, años,
y te van quietamente alegrando.
Crezco como los árboles
árboles de naranja
que no impregnan de olores
pero nunca cambian.
Y aún al caer como la lluvia
crezco como alas de mariposa
que están llenas de colores y lindura
y que can cambiando desde ser oruga.
Y cambiando tengo para ofrecer
destellos de alegría
música y poesía
y un sin fin de melancolías.
Angelle, eres una escritora, heredera del apellido.
ResponderBorrar