2 de julio de 2024

IMPACTO SOCIAL POSPANDEMIA EN LA REPÚBLICA DOMINICANA / Erica Esther Carela Oviedo / 2do Lugar en Ensayo / Escuela de Psicología

 

Resumen:  

El presente ensayo analiza el impacto de la pandemia Covid-19 en la República  Dominicana. En el mismo, se expresan las diversas situaciones que tuvo que afrontar la  República Dominicana durante esta terrible pandemia, tales como: problemas de salud mental  y estrés laboral, viéndose manifestados en el órgano más importante de la sociedad: la  familia. También se hace mención del desempleo, los desafíos educativos, así como también  las preocupaciones de salud integral, la ansiedad y los cambios en la vida cotidiana. Se  enfatiza, además, la importancia de promover hábitos saludables y evitar la sobreinformación.  Finalmente, resalta la resiliencia, solidaridad y adaptación como parte fundamental para  superar la crisis y avanzar hacia la recuperación en la sociedad dominicana. 

Palabras claves: Impacto social, pospandemia, salud mental, estrés laboral,  resiliencia familiar.


Abstract: 

This document contains an essay that analyzes the impact of the Covid-19 pandemic in the  Dominican Republic. It expresses the diverse situations that the Dominican Republic had to  face during this terrible pandemic, such as: mental health problems and work stress, which  were manifested in the most important organ of society: the family. Mention is also made of  unemployment, educational challenges, as well as integral health concerns, anxiety and  changes in daily life. It also emphasizes the importance of promoting healthy habits and  avoiding over-information. Finally, it highlights resilience, solidarity and adaptation as a  fundamental part of overcoming the crisis and moving towards recovery in Dominican  society.

 

Keywords: Social impact, pospandemia, mental health, work stress, family resilience. 

A finales del año 2019, el mundo comenzó una batalla contra una enfermedad  desconocida hasta ese momento, el virus SARS-CoV-2, el cual produce la enfermedad  infecciosa denominada COVID-19 (acrónimo de «coronavirus disease 2019») que tuvo origen en Wuhan, República Popular China, donde se presentó el primer caso el 8 de  diciembre de 2019, la misma fue parte de los mayores retos de salud en la historia.  

En el escenario de la República Dominicana, el primer caso se dio a conocer el 1 de  marzo del 2020 en la provincia de La Altagracia, más tarde, el día 18 del mismo mes, se  decretó al país en estado de emergencia, suspensión de actividades comerciales y el cierre de  fronteras; este decreto se amplió hasta el 24 de marzo por tiempo indefinido. La pandemia  Covid-19 trajo consigo incertidumbre, pérdidas y traumas a muchas familias. Cada miembro  lo sintió de una manera distinta. Entre los impactos dejados por el Covid-19, por ejemplo, tenemos familias que aún no logran restablecerse de los trastornos relacionados al estrés,  estudiantes con lagunas de aprendizaje y un estrés laboral acabando con la población.  

De acuerdo a lo publicado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia  (UNICEF, 2020) “el coronavirus (COVID-19) es una emergencia de salud pública con  impactos multidimensionales inmediatos y a largo plazo, que conllevan riesgos y efectos  particulares en las familias”. Esto hace sentido, ya que la pérdida repentina de ingresos  familiares durante la pandemia afectó la capacidad financiera de los progenitores para  acceder a bienes y servicios esenciales para las necesidades del hogar. Asimismo, las  desigualdades en el acceso a servicios de salud, a esquemas de protección social y la falta de  opciones de conectividad para la educación a distancia ampliaron las brechas de inequidad en  el ejercicio de los derechos básicos del ser humano. 

 

Con base en Dircom-Noticias (2023) y su estudio sobre el impacto de la COVID-19 en la vida cotidiana de familias dominicanas, donde ocurrieron casos de COVID-19 entre los  años 2020 y 2021, determinó que el 67 % asumió el riesgo de contagiarse del virus debido a  su trabajo. El estudio fue realizado por el Área de Ciencias de la Salud del Instituto  Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) a través de la Maestría en Salud Pública y  Epidemiología, con una muestra de 1,200 familias de República Dominicana en las cuales  hubo casos de COVID utilizándose una encuesta elaborada por el Instituto de Estudios  Dominicanos (DSI) de la Universidad de la Ciudad de New York (CUNY) que fue aplicada  también a 1,000 familias dominicanas residentes en ciudades de Estados Unidos con gran  concentración de población de origen criollo.  

Según los resultados preliminares de la investigación, solo el 45 % señaló que pudo  permanecer aislado en su residencia. El resto tuvo que salir a trabajar total o parcialmente  durante los años evaluados. De acuerdo con la socióloga Ramona Hernández, directora del (DSI) (2023) los ingresos de las familias fueron afectados por la epidemia. El 50.6 % reportó  que su situación empeoró con la pandemia. El 18.3 % informó que perdieron su empleo o  fuente principal de ingreso familiar y que el 51.8 % de las empresas, o trabajos por cuenta  propia, sufrieron deterioro económico. Asimismo, el 63 % de las familias reportó no haber  recibido ayuda económica del Estado. El 53 % tuvo preocupaciones por el alcance de sus  alimentos y el 48 % de estas familias entrevistadas informó haber tenido escasez de alimentos  durante ese período. El 57 % de los integrantes de las familias afectadas reportó alteraciones  emocionales que definieron como “nerviosismo” y “ansiedad”. Y el 38 % reporta que aún  sienten estas alteraciones emocionales.  

 

 

Con este estudio se evidencia el peligro que muchas familias tuvieron que enfrentar al  salir de sus hogares a cumplir con sus responsabilidades laborales, viviendo con la  incertidumbre de si contagiarían a un miembro del hogar o si ellos mismos pudieron haber  sido contagiados en el trayecto.  

Actualmente, existen familias que no logran restablecerse de los trastornos  relacionados al estrés. Sin embargo, en otras familias la pandemia trajo algo positivo y fue la  unión entre sus miembros, puesto que, al verse separados en medio de la crisis por el auge  que causaban los contagios, se preocuparon más el uno por el otro, enfocándose en cuidarse  de no contagiar a ninguno al llegar de la calle, un problema de salud en uno de sus integrantes  repercute en los demás.  

Aun cuando el Covid-19 tuvo impactos negativamente significativos en las familias  dominicanas, ya sea por el crecimiento del estrés laboral, la pérdida de ingresos y la  preocupación por la salud emocional de los miembros, hubo aspectos positivos en algunas  familias, como el refuerzo de lazos familiares, la solidaridad y una mejora en la comunicación entre los miembros del hogar. Otro punto a resaltar fue la creatividad y la  invención en el ámbito familiar, organizando nuevas formas de entretenimiento, educación en  el hogar y actividades en equipo que ayudaron a una mejor convivencia. La resiliencia  mostrada por muchas familias durante este período, ha demostrado su capacidad de  adaptación para enfrentar situaciones difíciles de forma unida y colaborativa.  

Si bien es cierto que algunas familias experimentaron aspectos positivos durante la  pandemia, se debe destacar, que la colisión de la pandemia ha sido múltiple y que varias  familias han enfrentado desafíos que no se pueden minimizar por lo mencionado 

 

anteriormente, hay familias que quedaron sin viviendas, otras sufrieron una gran crisis  económica por el desempleo o la crisis pasada en los diversos sectores, sin mencionar la  inseguridad alimentaria, que también es otra de las difíciles realidades a las que se ha tenido  que enfrentar. Con todo esto encima y también tener que hacerle frente a una pérdida  familiar, son factores que marcan a los miembros de la familia.  

A pesar de que sea alentador observar cómo algunas familias obtuvieron la  oportunidad de afrontar unidas la dificultad, esto no es suficiente para contrarrestar los  negativos efectos a largo plazo de la pandemia, en la salud emocional y el bienestar de la  familia. En resumen, debemos aceptar los aspectos positivos que se han manifestado en  algunas familias mediante la pandemia, no podemos obviar los retos y las repercusiones  negativas que otras familias han afrontado. La realidad es dura y diferente, es importante  abordarla con una perspectiva balanceada y tolerante que tome en cuenta las demás  magnitudes del impacto de la pandemia en la población.  

No solo la familia se vio impactada, también está la sociedad que ha sufrido múltiples  choques en la economía, altas y bajas que no pasan desapercibidas para los economistas, en  especial cuando hablamos del turismo y las exportaciones.  

La pandemia por Covid-19 ha marcado a la sociedad dominicana funcionando como  un agente de cambio, originando ciertas dinámicas en la forma en que vivimos, trabajamos y  nos relacionamos. Mientras evaluamos los efectos pospandemia en el país, es importante  explorar los cambios que enfrentamos y entender las oportunidades que han moldeado la  resiliencia de la sociedad en un momento inesperado. Este virus dejó un fuerte impacto en la  economía, el turismo, que es el principal motor económico del país. Muchos lugares turísticos 

 

decayeron, luego de la cuarentena no volvieron a ser lo mismo, lo cual, indirectamente, obligó a cerrar o vender sus establecimientos y propiedades.  

Explican Martorrell & Arcos (2020) en su libro Turismo post Covid-19 “El turismo  después de la pandemia global. Análisis, perspectivas y vías de recuperación”. (El Turismo  Post Covid-19 y el proceso de reactivación). El Turismo Post COVID-19 es uno de los  sectores afectados que requiere de mayor protección, cuidado y proyección para iniciar la  recuperación en un futuro cercano. De hecho, el proceso de reactivación ha apoyado medidas  de contención y prevención de la pandemia actual, por ejemplo: prestar servicios de  cancelación de viajes carentes de penalización, ofrecer hoteles como espacios para la  hospitalización de pacientes o permitir al cliente aplazar sus planes de viaje.  

En este contexto caracterizado por el control de la crisis sanitaria se advierte que las  pautas de consumo están constreñidas por la desconfianza, la austeridad y la incertidumbre, y  entre los temas prioritarios destaca la obtención del soporte económico por parte de  organismos e instituciones (gobiernos de países afectados, La Comisión Europea, El Banco  Central Europeo, El Banco Mundial, El Fondo Monetario Internacional, etc.) que puedan  hacer frente a la grave situación y solventar las pérdidas del Turismo Post COVID-19 de la  manera más inmediata posible. Las claves del proceso son: reactivar, repensar, recuperar,  restaurar y reposicionar la demanda, la confianza en el viajero, el ranking del turismo y  minimizar al máximo los inevitables impactos. (Martorrell & Arcos, 2020). 

El comercio internacional o exterior, también es uno de los puntos fuertes del país,  cuenta con una exportación abierta y desempeña un papel decisivo en su crecimiento  económico. Para muchos la economía no tiene relación con la sociedad, sin embargo, con el 

 

tiempo que estuvo el país en confinamiento al igual que otros países, la economía decayó y la  sociedad se ha visto afectada por este hecho. Empleando las palabras de Sócrates B. y Marina  V. En el informe de Impacto Económico Y Social Del COVID-19 Y Opciones De Política  En la República Dominicana (2020): 

La República Dominicana es una economía pequeña y abierta. Su coeficiente de  apertura (exportaciones e importaciones de bienes y servicios como porcentaje del PBI) es de  poco más de 50 %, las exportaciones equivalen a cerca del 24 % del PBI y los ingresos  corrientes de balanza de pagos a cerca de un tercio del PBI. Esto la hace vulnerable a los  shocks externos.  

Esto quiere decir que la economía dominicana se encuentra más vulnerable a futuros  problemas que vengan del exterior, ya sean crisis económicas en otros países o cambios en la  consistencia mundial. La situación económica causó un crecimiento en la tasa de desempleo y  la pérdida de ingresos para muchas familias dominicanas, viéndose más afectados los  trabajadores de los sectores turísticos, los hostales, el comercio y ciertas personas del sector  público, fueron mayormente perjudicados por las restricciones de movilidad y el cierre de  fronteras.  

Para medir los efectos socioeconómicos de la pandemia en la población más pobre de  la República Dominicana y mejorar la respuesta y la recuperación, el Sistema de Naciones  Unidas realizó la encuesta para medir el impacto socioeconómico, en colaboración con  asociaciones sin fines de lucro, organizaciones de base comunitaria y el Sistema Único de  Beneficiarios (SIUBEN). Entre los hallazgos de la encuesta resaltan las necesidades  expresadas por los hogares encuestados para recuperar su bienestar: Sobre el acceso a  alimentos, el 76.7 % de los hogares encuestados indicó que les preocupa no tener suficientes 

 

alimentos, reportando haberse visto en la necesidad de tener que comprar alimentos más  baratos (45.8 %) y reducir el número de comidas por día (26.8 %). (Agencias ONU Analizan  Efectos Sociales Y Económicos De La Pandemia En República Dominicana, 2020).  

Al contrario de los desafíos económicos y sociales que ha enfrentado la República  Dominicana durante la pandemia, es necesario identificar que la sociedad ha demostrado  resiliencia y disposición de amoldamiento. Pese a la disminución de la actividad turística, se  aprecian valiosos esfuerzos para diversificar la economía y encontrar nuevas formas de  generar ingresos. A pesar de que la economía se vio influenciada, se pusieron en  funcionamiento medidas para apoyar a los sectores más vulnerables, por ejemplo; asistencia  social y ayudas económicas.  

Este esfuerzo contribuye a menguar el impacto de la pandemia en la sociedad  dominicana. Es cierto que los dominicanos presentaron adaptabilidad mediante la pandemia,  sin embargo, es imprescindible identificar los desafíos económicos y sociales que se  produjeron por la crisis sanitaria, sin subestimar los esfuerzos de recuperación.  

Primeramente, aunque se realizaron esfuerzos para cambiar la economía y encontrar  nuevas fuentes de ingresos, el drástico descenso de la actividad turística fue un duro golpe en  la economía del país, dado que es uno de los pilares fundamentales de la economía  dominicana, además de que su recuperación requerirá esfuerzos. Varias personas enfrentaron  dificultades económicas y sociales mediante la pandemia por COVID-19, por la pérdida de  empleo y seres queridos, y la inseguridad alimentaria. 

 

En resumen, es bastante alentador ver el amoldamiento de la población mediante la  pandemia, es decisivo identificar el reto de los desafíos enfrentados y la precisión de trabajar  en búsqueda de soluciones efectivas para contribuir a la recuperación y bienestar de los  ciudadanos. Se considera que el impacto más fuerte que ha dejado la citada pandemia se  encuentra en la educación, en donde se continúa formando al ciudadano.  

Entre tanto, Sánchez Ortega (2023) define “la educación es un elemento fundamental  para el desarrollo social y económico de cualquier país. Sostiene que, en el caso de la  República Dominicana, la educación ha sido un desafío constante debido a factores  económicos, sociales y culturales”. La pandemia Covid-19 repercutió de manera fuertemente  negativa en la educación inicial, primaria y secundaria.  

Del mismo modo, señala Feliz (2023) «América Latina y el Caribe ya perdió más de  diez años de avances en términos de aprendizaje a causa de los dos años de cierre de escuelas  por COVID-19». Desde luego, la educación tuvo que encarar una terrible crisis, a pesar de  que la República Dominicana consiguió la reapertura completa de las escuelas, aún queda un  desafío importante en cuanto al rescate de los aprendizajes perdidos.  

La pandemia tuvo una trascendental influencia en los diferentes niveles y sectores de  la educación dominicana, desde su comienzo en marzo del 2020 hasta el alcance significativo  del año 2022. Describe López (2021) que todos los niveles y sectores de la educación pre universitaria fueron severamente afectados por el COVID-19; no obstante, la gran inversión  económica y el esfuerzo realizado con la implementación de la educación a distancia por  radio, TV y virtual por internet, la calidad y efectividad del proceso enseñanza-aprendizaje. 

 

En el portal del Ministerio de Educación de la República (MINERD, 2023) se dio  conocer que las estadísticas e indicadores fundamentales correspondientes al período escolar  2022-2023, y del año recién iniciado, donde se destacó la recuperación de la población  estudiantil a las aulas pospandemia se alcanzó en tan solo tres años, no obstante, a los  organismos internacionales haber proyectado que dicho logro se alcanzaría a nivel mundial  en cinco años.  

Dentro de la publicación del portal del MINERD, el viceministro de Planificación  Rolando Reyes expresó que en el año pre-pandemia 2019-2020 había una matrícula de un  millón 862,070 estudiantes en los niveles Inicial, Primario y Secundario en el sector público,  pero que en el año escolar 2023-2024 esa población aumentó a un millón 881 mil 706  alumnos. Al presentarse este informe por el Ministerio de Educación, claramente se puede  demostrar que la matrícula de los estudiantes ha ido en aumento luego de la pandemia, sin  embargo, aún quedan ciertas inconformidades con la educación en el país, puesto que en el  regreso a clases muchas escuelas no fueron abiertas temas sanitarios, lo cual obligó a que  nuevamente esos estudiantes retomaran la TV o radio educativa que aún seguía en servicio y  disponibilidad de quien lo necesitara.  

Existe un hecho innegable descubierto luego del regreso a las aulas, y son las lagunas  que presentan los estudiantes de último año y ya algunos en la universidad, esta situación se  oculta o se descubre ya muy tarde, en algunas ocasiones ha sido cuando el estudiante se  encuentra en una educación superior.  

Es cierto que la República Dominicana se ha encontrado con muchos desafíos para la  educación durante la pandemia, no obstante, es importante dar mérito a que también han  buscado estrategias para mitigar los impactos negativos. Se desarrollaron programas de educación a distancia, con el uso de la televisión y la radio para llegar a los estudiantes. Esta  es una de las cosas que permitieron continuar con la educación, a pesar de las dificultades  presentadas por la pandemia.  

Con base a lo expresado por Sánchez Ortega (2023) “es importante que el gobierno,  las instituciones educativas y la sociedad en general trabajen juntos para superar estos  desafíos y aprovechar estas oportunidades para garantizar que todos los ciudadanos de Santo  Domingo tengan acceso a una educación de calidad.” Esto puede lograrse a través de una  mayor inversión en educación, una mayor capacitación y actualización docente, y la  promoción de políticas educativas inclusivas.  

También Sánchez Ortega (2023) afirma que “la educación es un elemento  fundamental para el desarrollo social y económico de cualquier país, y la situación actual de  la educación en República Dominicana refleja los desafíos que enfrentan muchos países en  vías de desarrollo”. La falta de inversión en educación, la exclusión educativa y la falta de  capacitación docente son solo algunos de los desafíos que enfrenta la educación en el país.  Sin embargo, hay oportunidades para mejorar la educación, como la tecnología educativa y  las políticas educativas inclusivas.  

Aunque es cierto que la colaboración entre el gobierno, las instituciones educativas y  la sociedad es fundamental para mejorar la educación en República Dominicana, es  importante reconocer que la solución a los desafíos educativos del país va más allá de  simplemente aumentar la inversión en educación y promover políticas inclusivas.  

Se trata también del aprendizaje y el desarrollo cognoscitivo de los estudiantes, del  impacto que trae para ellos esta situación más adelante en sus vidas. El apoyo del gobierno  para continuar con la formación académica es una herramienta significativamente valiosa 

 

para mejorar el acceso a la educación, se debe tomar en cuenta que su implementación  efectiva requiere un seguimiento adecuado y mantener la capacitación para los docentes. La  inclusión digital debe ser abordada de manera equitativa para evitar aumentar la brecha  digital entre áreas urbanas y rurales, así como entre grupos socioeconómicos.  

Estos temas han causado que el estrés laboral vaya en aumento, dadas las presiones  que enfrentaron los padres de familia y los demás individuos de la sociedad. Es un asunto de  peso mayor, después de tres años en pandemia, hoy en día se continúa reflejando el impacto  que dejó el COVID-19 en el país, y un reflejo de esto se visualiza en la salud mental de las  personas, cómo estas se vieron afectadas tras este suceso.  

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el estrés laboral es identificado  como un grupo de reacciones emocionales, psicológicas, cognitivas y conductuales ante  exigencias profesionales que sobrepasan los conocimientos y habilidades del trabajador para  desempeñarse de forma óptima. (Efe, 2023)  

El estrés laboral y la salud mental han cobrado mayor relevancia desde que apareció  la enfermedad de la COVID-19 y se propagó rápidamente desde China hacia muchos países  alrededor del mundo. Los trabajadores de la salud fueron especialmente afectados por tener  mayor exposición a factores de riesgo inherentes a su perfil profesional, falta de equipo de  

protección suficiente y a condiciones inadecuadas en el lugar de trabajo. (Magaña-Salazar et  al., 2023)  

El COVID-19 tiene algunas características que pueden favorecer a la aparición de  mayores niveles de reacción al estrés comparado con otras pandemias: es un virus nuevo, lo  que genera cierta incertidumbre sobre su manejo y lleva a un futuro impredecible. El número 

 

de casos positivos y de fallecimientos creció día a día y la información se reprodujo  fácilmente en las redes sociales. Actualmente, a través de internet y de los teléfonos  inteligentes existe mayor información, sin embargo, ese mecanismo también facilita la  desinformación y la transmisión de mitos. En este contexto, no nos debe extrañar que en los  estudios que se realicen se encontrarán altos niveles de reacción al estrés. 

Un estudio evaluó el estado de salud mental de 398 padres de niños que  experimentaron la contención de la enfermedad mediante el aislamiento o la cuarentena y  encontraron que el 30 % y el 25 % de los padres reunieron criterios para TEPT. Explica esto  el artículo de (Palomino-Oré & Huarcaya-Victoria, 2020).  

De acuerdo a lo expresado por Arrarte (2023) “la crisis mundial del coronavirus tuvo  un gran efecto en el estado mental de los empleados, el cual aún sigue latente. El miedo a la  enfermedad y a lo desconocido hizo mella en sus niveles de ansiedad”. Muchos empleados  experimentaron altos niveles de tensión, preocupación, e incluso depresión, al enfrentarse a  tiempos difíciles, todo esto escrito en un artículo por la Dra. Estrella Flores-Carretero.  

El COVID-19 supone un claro ejemplo de lo que en psicología se conoce como  “estresores”, que son elementos disparadores del estrés mental y que pueden variar en  frecuencia, intensidad, duración y predictibilidad (Peiró y Rodríguez, 2008: 69). De hecho: 

Lo que hace que una condición o situación sea estresante, es la falta de control  personal para afrontar las altas demandas que provienen normalmente del ambiente  cotidiano. Karasek (1979). (Arrarte, 2023) 

 

Está de más recordar que el COVID-19 afectó la salud mental y emocional de  múltiples trabajadores en todo mundo, a parte de las tragedias personales que han padecido  las personas, esto se debe a unas notables consecuencias a través de los cierres de varios  trabajos. De acuerdo con la página de Encuesta del mercado laboral del Banco Central (2023)  en la República Dominicana “la tasa de desocupación abierta (SU1) se ubicó en 5.2 % en  enero-marzo de 2023, exhibiendo una reducción interanual de 1.2 puntos porcentuales”.  

Esto quiere decir que la pandemia ha traído más desempleo en el país, aumentó el  tiempo de ocio para algunas personas y en otras generando estrés pues no tenían con que  sustentarse. Quienes no pasaron por este proceso, tuvieron que acostumbrarse al teletrabajo  por el confinamiento, algo completamente nuevo que conllevo al máximo el servicio de  internet, esto debido a que ya los estudiantes lo usaban para sus clases, más la carga de que en  ciertos hogares se encontraban padres e hijos utilizando la red al mismo tiempo.  

El estrés laboral que se conoció en la pandemia, hoy en día es llamado también como  síndrome de burnout. El trastorno fue acuñado por los psicólogos Herbert Freudenberger y  Christina Maslach en los años 70. Destacó la Dra. Estrella Flores-Carretero. Los síntomas  tienen un desarrollo progresivo, que está relacionado con el desgaste laboral. Aquí es donde  muchas personas se vieron afectadas, con la llegada del teletrabajo, una dinámica nueva para  todos, no fue fácil acoplarse a esa situación, a pesar de que se encontraban en sus hogares  debían poner mayor esfuerzo en lo que hacían para evitar ser despedidos. Según el trabajo  hecho por (Santos, s/f) dice que una carga mental inadecuada, ya sea por exceso o defecto,  puede afectar negativamente la salud del individuo. 

 

En resumen, la carga mental y el estrés están relacionados y es importante tratarlos a  tiempo, además de que también la pandemia ha dejado un impacto fuerte en cómo ahora los  adultos deben lidiar con el trabajo.  

Ahora bien ¿Cómo ha impactado todo esto en la salud mental?  

El COVID-19 ha generado ansiedad y depresión debido a la incertidumbre, pérdidas  económicas, preocupación por la salud, al igual que cambios en el diario vivir por ejemplo; el  teletrabajo y la educación a distancia. La prolongación del estrés y las condiciones laborales  han contribuido desafiantemente al aumento del síndrome de burnout entre los trabajadores.  

Señala el Dr. García (2022) en un artículo que publicó en el periódico de El Listín Diario que en la actualidad aún se sigue lidiando con secuelas de la pandemia,  específicamente con las de la salud mental. Según la Organización Mundial de la Salud  (OMS), el impacto de la pandemia no se restringe solo a la salud física, sino también que ha  generado un aumento significativo en los niveles de estrés crónico y en el desarrollo de  desórdenes emocionales. Tal como indica la OMS la amenaza del COVID-19 y el  confinamiento aún están causando un fuerte impacto psicológico debido a diferentes factores,  entre los que se destacan el aislamiento, el distanciamiento físico, el cierre de escuelas y  lugares de trabajo.  

La COVID-19 además de afectar el sistema respiratorio de las personas también  impactó en su bienestar emocional y/o salud mental así lo evidencian diversos estudios dentro  y fuera de la República Dominicana, uno de ellos lo refiere Haczek (2021) en el artículo La  pandemia silenciosa en República Dominicana: el impacto de la crisis del covid-19 en la  salud mental publicado por Hasbún (2021), en el portal de CNN en español, la periodista 

 

afirma que “en República Dominicana, una investigación desarrollada por el Laboratorio  Emociones, Salud y Ciberpsicología de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra  encontró que cuatro de cada 10 dominicanos sufren ataques de ansiedad producto de la  pandemia. El 76 % de esos pacientes nunca había experimentado este tipo de crisis”. 

Del mismo modo, en Argentina Zuin et al (2021) realizaron una encuesta en línea y la  aplicaron a una población universitaria, los resultados de esta encuesta fueron publicados en  la revista de neurología Argentina, en ella los autores destacan que la alta prevalencia de  alteraciones potencialmente riesgosas para la salud física y psicológica durante la pandemia  de COVID-19. También Preocupación a Futuro Adenomatosa Familiar (PaF) que involucra  especialmente aspectos económicos/laborales. Por ello se deberían adoptar precozmente  medidas activas para promover la salud integral en la población general, especialmente en  jóvenes y mujeres evitando la sobreinformación (SInf) fomentando hábitos saludables.  

En esta encuesta fueron validadas 1,488 respuestas donde el 70 % fueron alumnos y el  30 % docentes, directivos y otros. El 87 % de ellos tenía preocupación por la pandemia de  COVID-19, entre tanto, el 41 % mostró niveles de angustia (ANG), mientras que el 56 %  evidenció ansiedad (ANS), todos en grado moderado a severo, un 79 % presentó alteraciones  del sueño y finalmente un 65 % en hábitos alimentarios.  

Por lo expuesto en el párrafo anterior, los autores Zuin et al (2021) llegaron a la  conclusión de que fue alta la prevalencia de alteraciones riesgosas para la salud tanto física  como psicológica durante la pandemia de COVID-19. También se involucró la preocupación  en cuanto a los aspectos económicos y/o laborales, es por ello que se recomendaba adoptar 

 

medidas para promover la salud integral en la población a nivel general, pero especialmente  en jóvenes y mujeres fomentando los hábitos saludables. 

El video "La Salud Mental en República Dominicana | #FRONTAL 8 de Octubre  2022" destaca el aumento de problemas de salud mental en el país debido a la pandemia de  COVID-19, la presión social y la violencia. Se resalta la necesidad urgente de aumentar la  inversión en servicios de salud mental, ya que solo el 1 % del gasto en atención médica se  destina a este fin, lo que es el segundo más bajo en la región. La falta de recursos y apoyo  agrava el problema, dejando a muchos luchando en silencio.  

Se hace hincapié en la importancia de reconocer problemas como la depresión, la  ansiedad y el abuso de sustancias, que pueden llevar a la violencia y la delincuencia. A pesar  de la aprobación de la Ley 1206 de Salud Mental en 2006, la salud mental sigue siendo  marginada en el sistema de salud dominicano. La pandemia ha exacerbado la crisis de salud  mental, destacando la necesidad de prevención, acceso al tratamiento y rehabilitación. Los  profesionales de la salud mental instan al gobierno a desarrollar programas para abordar las  preocupaciones familiares y brindar terapia y apoyo en áreas desatendidas. (Guzmán, 2022).  

Esto se sustenta con un artículo publicado en el periódico El nacional por Caraballo  (2023) “El psiquiatra José Miguel Gómez afirmó este miércoles que la demanda para  asistencia de salud mental ha incrementado en el país, incluso triplicando la cantidad de  pacientes que visitan el psiquiatra, luego de la pandemia provocada por el coronavirus.” 

Asimismo, el también director de la Tertulia de Salud Mental que se realiza en Cuesta  Libros, aseguró que los problemas de salud mental se han agravado en República  Dominicana. (Caraballo, 2023) Este artículo periodístico claramente apoya lo que está 

 

hablado en el video noticiario de Guzmán (2022), lo que significa que la salud mental de la  población se encuentra afectada y en aumento de problemas que algunos se veían  insignificantes o que ya nos acostumbramos a ver como lo son: la depresión, ansiedad, las  adicciones y el insomnio.  

Para concluir, el impacto social de la Covid-19 en la República Dominicana ha sido  profundo. Aunque algunas familias lograron enfrentar los retos de forma positiva, otras han  pasado dificultades, la pérdida de empleo, inseguridad alimentaria y pérdidas familiares. La  sociedad dominicana enfrentó múltiples choques en la economía, especialmente en el turismo  

y las exportaciones; lugares turísticos sufrieron un descenso significativo, además de traer la  necesidad de las medidas de protección para la industria turística. La pandemia produjo retos  en el desempleo, estrés laboral, la educación y adaptación al teletrabajo. También en la salud  mental de la población, hay un aumento en el estrés crónico y desorden emocional.  

Mientras la sociedad dominicana se recupera de los impactos de la pandemia, es  importante abordar los desafíos de manera total, brindando apoyo social, emocional y  económico. Es importante reflexionar sobre los cambios que la pandemia ha generado en la  forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos, y buscar oportunidades para fortalecer  la resiliencia de la sociedad dominicana. A través de un enfoque equilibrado y solidario, es  posible enfrentar los desafíos actuales y construir un futuro más sólido y sostenible para todos  los ciudadanos.  

El país ha reflejado lo resilientes, solidarios y empáticos que pueden ser sus  ciudadanos. A pesar de las dificultades económicas, sociales y de salud mental enfrentadas,  se han visto esfuerzos valiosos para mitigar el impacto y buscar soluciones efectivas. Según 

 

avanzamos en la recuperación pospandemia, es importante mantener un enfoque integral que  aborde las necesidades de las familias, los trabajadores, los estudiantes y la sociedad en  conjunto.  

Es esencial aprender de las lecciones que nos ha dejado esta experiencia y trabajar  juntos para construir una sociedad más fuerte, inclusiva y preparada para enfrentar cualquier  desafío que pueda presentarse. Es evidente que la pandemia ha generado desafíos importantes  en términos de salud mental, estabilidad económica y educación, lo que requiere la  implementación de soluciones efectivas para contribuir a la recuperación y el bienestar de la  población. Con determinación y un compromiso compartido, la República Dominicana podrá  superar los obstáculos actuales y avanzar hacia un futuro más próspero y resiliente para todos  sus ciudadanos.

 

Referencias  

Caraballo, A. (2023, September 20). Aumenta demanda de salud mental tras pandemia,  según psiquiatra — El Nacional. El Nacional. https://elnacional.com.do/aumenta demanda-de-salud-mental-tras-pandemia-segun-psiquiatra/ 

Colaboración con la Inteligencia Artificial, IA (2023). 

Diario, L. (2022, August 30). El bienestar emocional en tiempos de post pandemia. Listín  Diario. https://listindiario.com/la-republica/2022/08/30/736511/el-bienestar emocional-en-tiempos-de-post-pandemia.html 

Guzmán, L. (2022, October 10). La Salud Mental en República Dominicana | #FRONTAL 8  de Octubre 2022 [Video]. YouTube.  

https://www.youtube.com/watch?v=1zy52zUq7m8 

Haczek, Á. R. (2021, February 20). La pandemia silenciosa en República Dominicana: el  impacto de la crisis del covid-19 en la salud mental. CNN.  

https://cnnespanol.cnn.com/2021/02/19/salud-mental-republica-dominicana pandemia-silenciosa/ 

Instituto Tecnológico de Santo Domingo, INTEC (2023). Estudio determina que 67% de los  dominicanos se expusieron al contagio de COVID-19 por su trabajo

https://www.intec.edu.do/notas-de-prensa/item/estudio-determina-que-67-de-los dominicanos-se-expusieron-al-contagio-de-covid-19-por-su-

 

trabajo#:~:text=El%2018.3%25%20inform%C3%B3%20que%20perdieron,recibido% 20ayuda%20econ%C3%B3mica%20del%20Estado 

López, J. (2021, 20 diciembre). Impacto del COVID-19 en la educación RD. El Nuevo Diario  (República Dominicana). https://elnuevodiario.com.do/impacto-del-covid-19-en-la educacion-rd/ 

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