7 de abril de 2017


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Por
María Raziel Polanco

Ay juventud cuánto me hieres!
Me hieres cada vez que uno de los tuyos decide maldecir  por lo que le sucede, en vez de apreciar el hecho de la vida que tiene. Me hieres cuando uno de los tuyos decide limitar sus sueños y potenciales por “fama y lana”.
¡Ay juventud cuánto me duele!
Me duele ver a mis iguales pagar por minutos que veían como deleite, y perder brillantes futuros para no caer en etiquetas. Me duele cada vez que veo esas jovencitas vistiendo telas cortitas que  según el mundo las hacen mas “ bonitas”, cuando la realidad es que su belleza siempre ha trascendido su ropa.

¡Ay cuánto me duele ver los perfiles de redes sociales!
Perfiles llenos de seguidores y amigos que en vida real son todos desconocidos. Perfiles llenos de imágenes y escenarios perfectos.  Que en el fondo me preocupan  porque sé que le tomó más tiempo editar las imágenes que el disfrutar de los paisajes.

Ay juventud si sigo con la lista hoy no llegaríamos al final!  Por lo tanto, ¿juventud no lo vez? ¿No vez el hecho de que estamos viviendo en un mundo de i-phones,
i-pads y self-ies?  Cada vez más “yo” y menos “nosotros”. Un mundo lleno de personas conectadas a las redes,  sin embargo desconectados de los que nos rodean y de lo que nos rodea. Un mundo que promete mejoras y mayor interconexión, sin embargo la OMS indica que en menos de 20 años la principal enfermedad será la depresión.


¿Juventud no lo vez? En un mundo de 7 Billones de personas, la principal discapacidad será causada por soledad e incomprensión ¿Irónico no lo crees?

Juventud despierta! Es tiempo de ser el cambio que quieres ver en el mundo!

 El tiempo corre así que recuerda:
la belleza de la vida está en hacer lo que nos gusta. Está en pelear por aquellas cosas que entendemos que valen la pena. Está en alejarnos de aquellas cosas y personas que nos maltratan. En saber que estamos aquí no por error, sino porque tenemos propósitos únicos e individuales. Que la felicidad la encontramos no en objetos sino en memorias y momentos que no tienen precio. Y que aún cuando todo parece una tormenta, la felicidad se encuentra junto al aprendizaje en el día soleado que se aproxima.

Aprovecha cada segundo; no tengas en poco tu juventud. Toma decisiones sabias. Diviértete dentro de lo que cae como permitido. Ten fe y estar en paz con Dios, cualquiera que sea tu idea de Él. Y ama con todos tus fuerzas a quienes te rodean y la vida que te ha tocado  porque solo hay una sola.



 “A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez sino con el olvido...” Marioneta de Trapo

“Tú eres parte de la fuerza de tu vida,
ahora despiértate, lucha, camina, decídete
y triunfarás en la vida;…” – Pablo Neruda


“Si pudiera vivir nuevamente mi vida...
En la próxima cometería más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido,
de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos, haría más viajes,
contemplaría más atardeceres,” - Borges


"No permitas que nadie te subestime por ser joven. Sé un ejemplo para todos los creyentes en lo que dices, en la forma en que vives, en tu amor, tu fe y tu pureza." – 1Timoteo 4:12






El camino de la vida
Por:
Giselle Valdes Terre, estudiante de medicina





El camino de la vida


Cuando hablamos de la vida nos vienen millones de cosas a la cabeza, la vida está basada en nuestras experiencias y en nuestro destino. Los protagonistas del camino de la vida somos nosotros mismos. Cada individuo controla cada paso que se dé en este largo y a la vez corto recorrido. La vida es corta y debemos aprovecharla al máximo ya que no sabemos que nos espera al próximo día. Sin duda alguna debemos aprovechar cada minuto que tenemos y dejarle saber a todas las personas que nos rodean cuanto las queremos.

Por lo tanto, cada persona es dueña de su vida y de su destino y cada cosa que hagamos o dejemos de hacer marcará nuestro futuro. Cada cosa mala que nos pase es una nueva puerta a algo mejor. Con esto dejamos dicho que a pesar de que te caigas en el camino lo más importante es buscar la manera de levantarte, ya que aprenderás y valorarás más tu esfuerzo.

Esto nos alienta a vivir nuestra vida al máximo y sacarle provecho a cada etapa que vivamos, ya que cada etapa es diferente y con cada una de ellas nos iremos convirtiendo en personas sabias y experimentadas. Lo mejor que podemos hacer es disfrutarlas al máximo y saber, que si se nos presenta algo inoportuno esto nos dejará una enseñanza que sabremos valorar a medida que el tiempo pase.

Así mismo, hay veces que no valoramos lo que tenemos y en realidad deberíamos estar agradecidos. Recordando siempre que tu situación no siempre es la peor. Debemos crear conciencia y saber que la vida tiene sus momentos altos y bajos. Es importante saber que el destino no pondrá nada en nuestro camino que no podamos soportar. Ésto nos hace entender que en los momentos difíciles siempre hay que ver el lado positivo de las cosas y dar gracias porque aún tenemos las fuerzas para levantarnos, salir adelante y convertirnos en alguien mejor


Con estas palabras se deja claro que la felicidad es de uno mismo y que si pasamos nuestra vida pensando en lo que dicen y hacen los demás nunca la viviremos al máximo. No podemos compararnos con otros ni tampoco podemos vivir en constante competencia. Cada persona tiene su forma de brillar y eso es lo que nos hace únicos. Lo más importante es que cualquier meta que nos propongamos a realizar siempre debemos mirar hacia adelante, sacando todas nuestras fuerzas y nunca perder el valor para luchar por ellas.

4 de abril de 2017


El Hueco
Por:
Melissa García Couso, estudiante de medicina.
           
Me encontré en mi vida con mi mundo convertido en un hueco infinito del que me parecía imposible escapar, un hueco sin paz. No sabía que podía utilizar mis fracasos, mis tristezas, y mis sueños rotos para construir una escalera para escapar hacia la felicidad. Eso es lo lindo de la vida, que me provee con obstáculos para de ellos aprender. Soy la única responsable de mi futuro y de mi presente.
 En ese hueco estuve hasta que entendí que solo soy una criatura del universo. Hoy lleno ese hueco con el conocimiento, con fe y con amor para jamás volver a caer en él.  Lo lleno con el conocimiento de que está bien que los sueños fallen, y que los que fallan es porque no están destinados a realizarse.  Lo lleno con tierra pura del deber de aprender de todo lo que me rodea, de los buenos y los malos, de los obstáculos y de las puertas abiertas. Debo siempre estar agradecida de todas las oportunidades que la vida me da para aprender y así voy a ser feliz y voy a vivir en paz. Con saber que estoy en el lugar que debo, en el momento exacto y que solo tengo control de cómo acepto ese destino que fue delicadamente tejido para mí.
Con la pala del amor recojo para llenar ese horrible hueco de mi pasado y celebro la vida. Sé lo afortunada que soy, reconozco que no soy perfecta y por esa razón respiro y camino con fe de que la vida me va a proveer con experiencias felices y un camino fácil.  Con fe escucho el suspiro de la esperanza que me dice:
“…conserva la paz con tu alma
en la bulliciosa confusión de la vida.
Aún con todas sus farsas, penalidades y sueños fallidos,
el mundo es todavía hermoso.”
            Reconozco que mi presente es la prueba verdadera y que aunque mis noches se puedan convertir en noches largas, tengo la seguridad que yo soy la arquitecta de mi propio destino y tengo el poder de dormir bien porque me repito antes de cerrar mis ojos cada noche:
"No olvides que la causa de tu presente
es tu pasado así como la causa de tu
futuro será tu presente."
En ese hueco que llevo llenando, plantaré rosales para nunca olvidarlo y cosecharé las rosas de mi vida.  Todo lo que utilicé como tierra para rellenar ese horrible hueco, es fertilizado con el gran amor proveído por mis padres, que no hay amor más grande para que mis rosales produzcan las rosas más bonitas del universo.
Espero que mi historia pueda ser utilizada por muchos que aun siguen en sus huecos y que puedan construir su escalera y así los veré en el otro lado cosechando lo que hayan plantado. 


Diferente A Lo Que Era
Por
Dilmarys Gabin, estudiante de medicina
Siempre me he esforzado por ser lo mejor que yo pueda ser, no me considero perfeccionista, pero muchas veces soy extremista. En estos diecinueve años de  vida he tomado mi vida muy en serio. Me he puesto reglas y límites a mí misma, tratando de ser esa persona "perfecta" que efectivamente NO existe. 

Me he dado cuenta que vivir de esta manera no ha valido la pena. Tomando la vida excesivamente a pecho en todo lo que hago, como si tuviera mil años planeados en cuadrados perfectos. Cuando en realidad la vida es tan corta y hay tantos errores que cometer y tantos momentos que vivir. 
Tomar riesgos es bueno, ¡y  en verdad no tengo que ser tan perfecta!

Yo soy arquitecta de mi propio destino, debo tomar en cuenta que el resultado del mañana es lo que hago hoy. No tengo por qué quejarme, de nadie ni de nada, porque yo he hecho lo que he querido ser y hacer. Pero ahora lo que seré es diferente a lo que era. No me amargaré de mi propio fracaso, aceptaré mis virtudes y derrotas y viviré la vida al máximo. Trabajaré tratando de conseguir el éxito, creando valor en mí, ya que estoy  ganando exactamente lo que valgo y merezco.


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Soy . Autora:  María Teresa López Rodríguez. Primer Lugar del renglón Poesía Soy la oquedad de la noche, la soledad, el dest...