30 de marzo de 2018





La soledad, mi mejor compañía
Por
Gabriela Torres
Estudiante de Derecho

A la luz de la publicación de Sarah Pérez, titulada: En el camino aprendí y publicada en este Blog: Unibe Escribe.

Alguien una vez dijo:
Las personas que no saben estar solas son las que más solas están.

… ¿Qué YO he aprendido en mi camino? Si algo aprendí fue a estar sola. Si algo aprendí en lo poco que llevo de vida es que estar sola no es tan amargo, ni tan triste como dicen. Me atrevo a decir que es todo lo contrario, es una situación que favorece el autoanálisis, la reflexión y el amor propio.
Un par de años atrás perder una relación con alguien que quería mucho me hubiese puesto a llorar como una magdalena. Y es que se me decía tantas veces que yo era especial y única, pero nunca pude encontrar a alguien con el coraje de quedarse conmigo. Me desesperaba y mi cabeza daba vueltas buscado un por qué.
Pero con el tiempo a solas que me regalaron me di cuenta de que las personas a lo largo de nuestra vida van y vienen, no hay nada que pueda hacer para detenerlo, y eso está bien. En cada pérdida pude encontrar nuevas maneras de ver la vida; que cada persona que se cruza en nuestro camino está ahí para enseñarnos lecciones; que tener a alguien no es pertenencia, sino estancia; y lo más importante, en la soledad estaba yo, y yo soy más que suficiente, soy mi mayor confidente, mi mejor hombro para llorar y mi proyecto más grande.
Por eso, hoy en día, no me arrepiento de todas las personas que no tengo, de las que dejé pasar y de las que permití que se fueran sin mí, puesto que cada una, de una forma u otra, me hicieron quien soy ahora.
Para mí, estar sola es la mayor de las libertades.
Para mí, estar sola es la mejor forma de compañía.
Para concluir agregaría a este texto de Gabriela lo que alguna vez leí y me quedó como principio de vida:
“Pretender que otras personas nos hagan felices y llenen todas nuestras expectativas es una fantasía narcisista que sólo trae frustraciones”.
“Por eso, ámate mucho, madura, y el día que puedas decirle al otro “sin ti me la paso bien”, ese día estarás más preparado para vivir…”


16 de marzo de 2018





 EN EL CAMINO APRENDÍ
Por:
Sarah María Pérez Tio
                          Estudiante de UNIBE                         

“En el camino aprendí que llegar alto no es crecer”    
“En el camino aprendí que no se es feliz por sonreír”
      “Cuando el dolor te agobie y no puedas ya sufrir, descansar acaso debes, pero nunca desistir”                                                              

En el camino aprendí que muchas personas se pasan la vida buscando la felicidad, pensando que la encontrarán al final del trayecto, pero déjame decirte que la felicidad no se encuentra en el final sino en el camino en sí, en verdad si te pones a pensar la felicidad es el camino. Pensamos que después de terminar la universidad, al encontrar un trabajo, al casarnos, al tener hijos, al retirarnos seremos finalmente feliz, pero ciertamente esa felicidad que tanto anhelamos la proyectamos en una circunstancia, en un hecho y no en el camino.
En el camino aprendí que la vida es como una montaña rusa, está llena de caídas y fuertes tropezones, pero también está llena de subidas y éxitos que logramos con perseverancia y fe. Siempre tendremos obstáculos, siempre habrá esa misma piedra que no nos permitirá seguir adelante por más que luchemos por quitarla del camino. No te dejes vencer por los obstáculos que la vida te presenta, en cambio, tómalos como una nueva oportunidad para crecer y alcanzar la grandeza.
En el camino aprendí que no existe ni un ahora ni un después, la vida es momentánea, algo pasajero y en cualquier momento podemos ser arrebatados de ella. Deja de esperar y empieza a vivir porque viviendo encontrarás el amor, encontrarás paz y armonía y encontrarás la verdadera felicidad.
En el camino aprendí que los amigos son la fortaleza de nuestro corazón,  nuestra fogata en las noches frías, nuestra luz en la oscuridad y nuestra esperanza en los tiempos en los que la duda se apodera de nuestra conciencia. Son aquellos que siempre estarán ahí para acompañarnos por el camino del éxito, sin esperar nada a cambio, pues son aquellas personas que deciden caminar juntos a nosotros sólo por amor.
“En el camino aprendí que llegar alto no es crecer”, y curiosamente esta es la verdad, ¿De qué nos sirve llegar a la cima a cuestas de los demás? Detente a pensar si en verdad vale la pena pisotear a otros para alcanzar una meta, ¿Es que nos hemos olvidado de la moralidad? ¿Qué significa ser una persona con valores y principios? Aprende a luchar por ti y para ti, sin hundir a los demás, sin apagar la luz ajena, para que la tuya cobre más fuerza, porque al final de cuentas la vida se trata del sentido que tú quieras darle junto a las personas con las que tú quieras estar.

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