1er lugar: "Palabras cosidas"
Por Solange Rodríguez
Entre mis manos y mis brazos
tus palabras toman vuelo
me descosen el alma
me soplan las entrañas
me derrites los labios
me desnudas las ideas.
Enhebras y coses cicatrices
juegas y descoses desamores
logras bordar nuevas ideas
construir torres de papel
remiendas en mi vida cosas sin hacer.
El hilo de la trama cose sentimientos
desdobla pálpitos de corazones aún sin latir
envuelve retazos taciturnos
texturas suaves y duras:
de las suaves que te acarician y despegan
estática
y de las duras que te raspan hasta el
alma.
Delicadas, fieras, tóxicas, ligeras,
todo tipo de emociones...
Me absorbes, te llenas, me desdoblas.
Todo lo escuchas
todo lo callas
todo lo muestras cosido y
transformado.
En un muro silente
sin perder baterías
tu amor no se descarga.
Eres siempre un hecho
una gran pieza del alma
un halo de vida
primitivo lenguaje humano.
Eres lienzo, mi hogar
absorbes lágrimas y sonrisas
cúspides y desasosiego.
Mueves tiempo, masas
mueves tiempo y plasma
sientes y dices
recibes y cuentas.
Eres mi amigo discreto y chismoso.
Me pregunto si algún día dejarás de estar
para ser cambiado por otro medio.
¿Para ser sensatos, dejarás de
sentir?
¿Dejarás de ser torpe e imperfecto?
¿Dejarás de estar manchado por manos y
cafés?
¿Dejarás de construir corazones para
copiar sentimientos prestados?
Eres lienzo, lo tomas todo.
Más auténtico
menos máquina
más amado
más torpe e inacabado.
2do lugar: El eco de mi muerte
Por Camila Alcántara
Cuando me vaya
el mundo seguirá girando.
El sol no dejará su danza
a marea no perderá su compás
las noticias seguirán su curso
y en algún rincón del mundo alguien
reirá sin saber
que he dejado de existir.
Pero en mi universo
en quienes compartieron mis días
¿qué quedará de mí?
Tal vez una ausencia palpable
un asiento vacío en la mesa
un nombre que duele
pronunciar
un mensaje perdido
en una conversación
rota.
Algunos llorarán
otros me guardarán en la memoria
otros seguirán adelante
porque la vida, en su infinita indiferencia
no se detiene por nadie.
Mi muerte será
una pausa en la rutina
una grieta en la costumbre
una sombra en los días de quienes, aunque sea por un
instante,
me llamaron suyo.
Pero el
duelo es un proceso cruelmente práctico
es una
herida que grita
luego, una cicatriz silente,
y al
final, solo un roce
cuando
el viento
se
empeña en recordar.
Mi rastro se dispersará,
mis cosas serán
repartidas
mis proyectos serán archivados, todo se desvanecerá en
el tiempo.
Y entonces
la gran pregunta: ¿tendrá
mi muerte más peso que mi vida?
En vida fui chispa
fui abrazo y murmullo fui presencia
y a veces, solo silencio.
Pero la muerte amplifica lo no dicho. Lo que callé,
dolerá más
lo que no hice, pesará en otros.
No seré yo quien cuente mi historia, sino los
recuerdos fragmentados,
de quienes me sobrevivieron.
Tal vez mi impacto
no esté en lo que fui
sino en los vacíos que dejé
en los huecos por llenar, en las preguntas que jamás
tendrán respuesta.
Al
final, la muerte es simple.
Se
llora, se recuerda,
se
sigue.
Las
cuentas se cierran, los nombres se olvidan, las palabras se apagan.
Pero
mi ausencia quedará, en los espacios que habité, en los días que toqué,
en las
palabras que nunca
más serán
dichas.
Y aunque el tiempo diluya mi nombre, habrá un susurro en el
viento
un destello en la sombra
un eco en la risa de alguien que,
sin saber por qué
me recuerde sin nombrarme.
3er Lugar: NEONATO DE TU CARNE LAURA.
Por Ysabel Florentino
¡Laura!
A quien le darás tus cadenas para que se mesa en el vuelo de tu sexo
Partir es morir 7 veces en lo incierto
bajo los reflejos de un recuerdo
que llenan de piedras el corazón
y sabores el olor a sangre bajo tus piernas
¡Laura!
¡No oyes los sonidos del viento!
no cierres la puerta al partir
no camines buscando el fondo sin encontrar la formo de llorar.
Borra el rímel que camina los surcos de los hombres que has dormido en tu pecho
¡Laura!
No te vayas dejando a oscuras el pasillo que dirige tus sentimientos
no tomes el nombre de Aura
no eres ella
aunque Fuentes te hubiese bautizado de esa forma
no traces una ruta que busca despedirse de ti
no eres Aura
eres mirada nunca descifrado Laura
silencio de una cama que todos quieren a ratos
despedida del final de un trago de Brugal
duelo que no trae flores a tu almohada
no dilates la mirada en aguaceros que fingen caer de tus mejillas
hay días que se mecen en la cara muerta de los años
Aura, busca renacer en brazos su amor
amanecer que muere con la llovizna de una sola tarde
lágrima que recorre el alma si miras detrás
Laura, es partir en cada comienzo de la vida
Despedida sin cómplices.
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